MMC First Process ha firmado un contrato para la entrega de tecnología y equipos a la empresa japonesa FRD Japón, en parte propiedad del grupo japonés Mitsui. FRD Japón está construyendo una instalación de acuicultura terrestre para trucha arcoíris en Chiba, al este de Tokio.
Después de haber probado la producción a pequeña escala, FRD Japón ahora está lista para ampliarla. La ubicación proporciona un acceso fácil a un mercado codiciado para pescado de primera calidad.
Sistema completo de manipulación de pescado
MMC First Process entregará un sistema completo de manipulación de peces, incluidos subsistemas para smolts y peces adultos. El contrato incluye bombas de peces, máquinas clasificadoras, sistemas de válvulas y automatización para la manipulación de peces.
Colaboración a largo plazo
“Desde 2021 hemos trabajado en estrecha colaboración con FRD Japón en la planificación de la instalación. “Hemos establecido las relaciones y la confianza necesaria para poder negociar un contrato”, afirma Børre Waagan, director de ventas de Onshore Aqua en MMC First Process. Las partes se han visitado varias veces para reuniones de negocios y visitas a instalaciones para ver los equipos y sistemas de MMC First Process en uso, un proceso estimulante e informativo. “Este contrato promete ser una importante puerta de entrada al mercado asiático, y estamos trabajando arduamente en varios proyectos similares en los que FRD Japón será una referencia valiosa”, explica Waagan.
Orgullosos de la asociación
“Estamos orgullosos de haber conseguido un contrato tan importante para un mayor desarrollo y crecimiento”, afirma el Gerente General de FRD Japón, Tez Sogo. “Ha sido importante para nosotros contratar expertos de vanguardia, para poder satisfacer las expectativas de calidad del mercado. Con la experiencia de MMC First Process, estamos seguros de que nuestras necesidades logísticas para manipular peces se cubrirán de forma segura y eficiente”.
Solo lo mejor es suficientemente bueno
Børre Waagan agrega que trabajar con FRD Japón siempre es un proceso emocionante. “Compartimos un enfoque constante en el bienestar animal y eso ha sido crucial. El bienestar de los peces y la calidad del producto van de la mano y ambos coincidimos en que la máxima calidad es el único estándar aceptable. Ahora espero ver la instalación en funcionamiento y probar el producto final en un plato, que seguramente será fantástico”.
